El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

viernes, 22 de mayo de 2015

Hubiera preferido el silencio

Hubiera preferido el silencio. La tranquilidad eterna de una mente callada, sin palabras. Una de esas mentes que solamente cuchichea con tranquilidad, incluso con miedo, no vaya a molestar al vecino de arriba. Hubiera preferido eso y mucho menos, pero no lo tuvo.
Porque cuando su mente decidió que importaba, empezó a hablar. A gritar. A cantar. Cada día eran millones de fanfarrias, baladas y valquirias cabalgando, todas sonando a la vez al mayor volumen que podían. Pensando "y que le den por saco al vecino de arriba". Al fin y al cabo, ¿qué más daba? Quizá aquellos pensamientos se habían dado cuenta de que no había tal vecino. Ni ese ni el de abajo. Ni el de al lado. Que estaban solos por completo en el edificio. Qué digo, en la ciudad.
Y cuando su mente se dio cuenta de que estaba sola, empezaron las películas. Y las escenas. Viejos vaqueros disparando mientras las geishas se maquillaban, dejando espacio para que millones de personajes grises y apáticos narraran su vida con una voz desgastada y rota por whisky y humo. Todos a la vez, como una gran cabalgata de personajes absurdos correteando por sus neuronas, al son de antiguas fanfarrias y baladas y valquirias que cabalgan. Todo notas disonantes compitiendo unas con otras. Imágenes sin contexto luchando por ser más importantes.
Todo color, ruido, movimiento.
Demasiado para olvidarlo.
Demasiado para apuntarlo.

-¿Alguna idea de la causa de la muerte, doctor?
-Ninguna. ¿Qué saben de él?
-Nada en absoluto. Corrió calle abajo gritando palabras que nadie entendía. Y así, sin previo aviso, se desplomó sobre la acera.
-Estas cosas pasan, supongo.
-Sí. Estas cosas pasan...

jueves, 14 de mayo de 2015

This time is different

Esta vez es diferente. Esta vez he aprendido a controlarme. A decir que no. Esta vez he logrado negarme a mis instintos. Y, sin embargo, te pido que me vigiles. Que vigiles mis manos y las bendigas, porque a veces pierden la compostura.
Esta vez, es el demonio quien me llama, y me dice que me prepare. Me dice que me toca salir a escena. Y asiento y sonrío, bebiendo de mi cerveza, mientras salgo despacio, con cuidado, ante los ojos asustados del público. Tiemblan. Sienten terror.
No se muevan, les digo. No tienen por qué hacerlo. Nadie va a morir solo. He venido a hacer lo mío, ustedes sólo observen.
Esta vez es diferente. Yo puedo controlarme, pero mis manos no.


martes, 12 de mayo de 2015

Hey mambo!

Volvió a Nápoles porque echaba de menos las vistas. La gente. Las canciones tradicionales... pero vaya, algo no iba bien del todo.


domingo, 3 de mayo de 2015

I wish I was in love

I wish I was in love.

If I was in love, my mind would drift away, strolling,
walking over thoughts of her pale skin.
Of her deep red lips, covering a white smile,
a smile that burns with the passion of ten suns and one poem.

If I was in love, my mind would drift away, rolling,
sliding over thoughts of her hair.
Of how beautiful she looks when she takes the front parts of it,
and moves them back, and ties them.

If I was in love, my mind would drift away, lifting,
flying over thoughts of her eyes.
Of how her wide, bright eyes look at you,
as she lifts her hands and stares at you in shock, every time
she doesn't get what you say and why you say it.

If I was in love, my mind would drift away, soaring,
hurrying over thoughts of space and time.
Of how the air feels lighter and tastes sweeter every single time
she walks past my nose, past my eyes, past my tongue.

I wish I was in love.

Seis con veintiocho entre dos

Creo que eres pretenciosa. Pretendes saber más de lo que llena tu mente. Creo que no admites tus fallos, tus defectos. Creo que todo lo que explicas con ese aire impostado de erudición no son más que devaneos sin sentido. Banales excusas de una definición para algo a lo que no le encuentras palabras, que sería mejor si siguiera siendo inefable.
Creo que mientes. Con tus sonrisas y ojos mientes. Creo que crees conocer a la gente, analizarla. Pero es una mentira. Y creo que lo sabes mejor que yo. Que no conoces al mundo. Que te pilla por sorpresa.
Creo que chillas, que lloras, que gritas, porque no eres mujer. Eres niña. Creo que no creciste, que aún te queda trecho, largo y ancho, por andar. Y no, no creo que vaya a ser fácil. Nada lo es.
Creo que no eres consciente de tu posición.
Creo que creemos que ambos sabemos cuándo dolemos y cuándo curamos.

sábado, 2 de mayo de 2015

Mil suspiros de anhelo

Un mechón de mi pelo
que te recuerde nuestros desvelos.
Una muestra de amor
junto a este intento de perdón.
Y mil suspiros de anhelo
que siempre guardaré con recelo.

Ahogué un sollozo y miré al cielo, viendo Septiembre en el horizonte.